Monday, August 17, 2015

Educar en valores a niños y adolescentes a través del deporte





El deporte, tal como se entiende en su acepción moderna, desarrolla y fomenta valores positivos , como son  la búsqueda de una mejora, superación constante, el control de las emociones, el trabajo como ascetas en la preparación larga y continua para lograr un objetivo no inmediato, la paciencia, el sacrificio, la constancia, la templanza, la aceptación de la derrota como el camino claro y duro de la superación, la cooperación con otras personas para alcanzar el objetivo común,el desprendimiento y la renuncia al propio bien en beneficio del grupo, el respeto, apreciación y valoración de las capacidades de los camaradas y aun la de los adversarios,  la solidaridad entre los compañeros, todas ellas cualidades humanas indispensables para alcanzar la madurez necesaria para vivir socialmente, en una existencia libre, responsable y plena.
En este sentido, puede considerarse a la práctica deportiva y a la actividad física gregaria como un espacio de aprendizaje social de las normas de comportamiento y los valores cívicos de vida en sociedad.
Todo esto es relevante en la educación de los niños y los adolescentes, ya que a través de dicha práctica , pueden adquirir una serie de hábitos y de virtudes positivas que son básicas para su desarrollo integral como seres humanos..
La  práctica deportiva genera una experiencia interior en el deportista, ya sea por las sustancias químicas generadas por el organismo (endorfinas),como por las emociones provocadas por una práctica de riesgo, por el cansancio físico que da paso a una sensación de infinitud o por ser el centro de atención de una multitud que lo contempla emocionada.
Esta vivencia puede ser calificada de experiencia cumbre (según la expresión de Abraham Maslow ), límite, portadora de sentido, de realización personal, de autoconocimiento, de libertad y plenitud
Los grandes pensadores desde la antigüedad ya lo sugerían, como en los textos de La Política de Aristóteles, y ya aún antes, en La República de Platón en la que dice que el ciudadano bueno, óptimo, debería pasar por una pedagogía que integrara el ejercicio físico.
El afán de superación de un deportista proviene de la lucha contra uno mismo, pero también del natural deseo de superar al otro.
Hay dos factores a tomar en cuenta: en el atleta la lucha es en contra sí mismo y de ahí radica la diferencia entre competencia y competitividad. Lo que el deportista ejemplar busca es ser lo más competente posible en aquella determinada práctica. Esto, de paso, le llevará a ser excelente y, probablemente, a aspirar a ser mejor que los demás.
Los valores son el carácter de la persona y, aunque no se vean, sean intangibles porque no se pueden pesar u observar, están ahí, dando fortaleza al espíritu para que pueda desarrollarse en su existencia.
Los valores son para vivir, para gozarlos. En una felicidad de ser autentico y vivir acorde con su forma de pensar. . Forman parte de la vida y, a través de la educación, hay que despertarlos, estimularlos, asentarlos, afirmarlos y fortalecerlos.
Educar en valores significa realmente ayudar a niños y adolescentes a que puedan  descubrir los valores latentes en su conciencia y en su identidad para darles a ellos consistencia y solidez a través del ejemplo y del testimonio.
Los valores son subjetivos, pero reales, y aunque no se pueden aprender de una manera objetiva, como si fueran datos o cifras, pueden comunicarse de una forma indirecta y subjetiva.
Se transmiten a través del ejemplo de vida que lleva un individuo y, la mayoría de las veces, de una manera indirecta, es decir, sin referirse explícitamente al valor en cuestión.
Ciertamente, hay valores que nos ayudan a vivir con más plenitud, pero también hay que estar conscientes y prevenidos de que  hay contravalores o valores negativos, que erosionan gravemente el carácter y que hacen que nuestra cotidianeidad sea aún más dura y más difícil.
Los valores nos ayudan a ver el lado bueno, mientras que los contravalores nos pueden hacer desagradable vivir.
La realidad, en sí misma, es neutra, parece inexistente, lo que cuenta es nuestra percepción y esta  puede  hacer que la supuesta realidad pueda adquirir una tonalidad, otra o varias.
Los valores se manifiestan en lo que hacemos o dejamos de hacer, en lo que decimos y en lo que callamos.  
Pero una cosa son los valores que expresamos que tenemos y otra cosa, bien distinta, son los valores con que realmente vivimos y accionamos. Para identificar los valores que conducen la existencia hacia un determinado rumbo, no hay otra manera de investigarlos que poniendo atención y observando en cómo se desarrolla esa vida. Al árbol lo conocereís por sus frutos. A través de sus acciones y omisiones, podremos ir detectando cuáles son los valores reales que hacen mover aquella vida en una determinada dirección. Los valores son como puntos de referencia que orientan y dan rumbo a nuestra vida .
En este mundo no hay un horizonte único. Los humanos podemos dar sentido a nuestra vida de maneras muy diferentes, para eso gozamos del libre albedrío y eso hace que nuestra noción del tiempo y del espacio, nuestra percepción, también sea muy diferente. Cuando afirmamos que algo tiene valor, estamos diciendo que vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo y que este tiempo y que este esfuerzo que estamos dedicando tiene sentido para nosotros, no necesariamente para los demás.
Mientras que cuando algo no tiene valor para nosotros, tampoco tiene sentido dedicarle tiempo y esfuerzo. Hay, pues, una íntima relación entre tiempo, sentido y valores.
Es claro que los valores nos ayudan a vivir con intensidad nuestra cotidianeidad y, cuando vivimos coherentemente nuestra vida con nuestros propios valores, nos sentimos realmente felices. De hecho, se percibe que existe una relación estrecha entre valores y felicidad. La felicidad para muchos es  la vida ordenada, la existencia armónica y equilibrada. Cuando, en cambio, vivimos una vida en oposición constante con los valores que sentimos dentro de la conciencia, nos sentimos infelices y vacíos.
El deporte es confrontación leal y generosa, lugar de encuentro, vínculo de solidaridad y de amistad.
Puede ser una auténtica cultura cuando el ambiente donde se practica y la experiencia que se realiza son abiertos y sensibles a los valores humanos y universales para el desarrollo equilibrado del ser humano en todas sus dimensiones.
La práctica del deporte, afortunadamente para esta época, no es sólo preparación para la guerra, sino que  es un antídoto eficaz contra la pereza y la vida cómoda, despierta el sentido del orden y educa en el examen y en el dominio de uno mismo, en el conocimiento de las propias posibilidades, sin jactancia ni pusilanimidad.
En definitiva, el deporte, bien conducido, puede desarrollar el carácter, contribuir a despejar el temor y hacer valiente a la persona, a hacerla generosa en la victoria y condescendiente con la derrota, a tratar a ambas como a dos impostores,  afinar los sentidos, dar penetración intelectual a sus reflexiones y ayuda a fortalecer la voluntad.

30 años de estudios confirman que el rendimiento escolar mejora con la actividad física





En varios estudios realizados por el departamento de educación del estado de California en los EE.UU. (Dwyer et al, 2001; Dwyer et al, 1983; Linder, 1999; Linder, 2002; Shephard, 1997 y Tremblay et. al, 2000) se demostró una relación positiva entre la práctica de la actividad física y el rendimiento académico. Estos estudios indican que el dedicar un tiempo sustancial a actividades físicas en las escuelas, traería beneficios en el rendimiento académico de los niños, e incluso se sugieren que existen beneficios, de otro tipo, que estos niños pueden obtener, comparados con los niños que no practican actividades físicas o deportivas.
También en Universidades de la Florida, EE.UU desde hace más de 20 años tenían evidencias que concuerdan con las del Estado de California. En la publicación de Mitchell, D. (1994). The relationship between rhythmic competency and academic performance in first grade children. Doctoral Dissertation. Orlando, FL: University of Central Florida Department of Exceptional and Physical Education, se  estudió la relación entre la actividad física y la capacidad cognoscitiva. El autor afirma que se sintió motivado a hacer el estudio después de asistir a dos talleres en el verano con Phyllis Weikart, profesor emérito en la Universidad de Michigan.
El autor en la publicación manifiesta su preocupación porque los niños tienen pocas oportunidades de ser físicamente activos y de desarrollar las habilidades motoras básicas.
Mitchell realizó su estudio de 1994 para investigar la relación entre la capacidad rítmica y el rendimiento académico en los primeros grados. Los resultados apoyaron una relación entre los logros académicos y las habilidades motoras de mantener un golpeteo constante. Estos estudios también son respaldados por los de Geron, E., Intelligence of Child and Adolescent Participants in Sports. In The Child and Adolescent Athlete (Vol. 6). Oxford: Blackwell Science Ltd. (1996), quien divulga en sus discusiones que la sincronización de los niños se encuentra relacionada positivamente con los logros en la escuela, específicamente en las matemáticas y la lectura.
Los jóvenes que practican alguna actividad adicional a las contempladas en los programas formales en las escuelas tienden a mostrar mejores cualidades como un mejor funcionamiento del cerebro; en términos cognitivos, niveles más altos de concentración de energía, cambios en el cuerpo que mejoran la autoestima, y un mejor comportamiento que incide sobre los procesos de aprendizaje, según se afirma en los estudios de:
 Cocke, A. (2002). Brain May Also Pump up from Workout. Disponible en: http://www.neurosurgery.medsch.ucla.edu/whastnew/socie tyforneuroscience.htm, Dwyer, T.; Sall is, J. F.; Blizzard, L.; Lazarus, R. y Dean, K. (2001). Relation of Academic Performance to Physical Activity and Fitness in Children. Pediatric Exercise Science, 13, 225-238., Shephard, R.; Volle, M.; Lavallee, H.; La Barre, R.; Jequier, J. y Rajie, M. (1984). Required physical activity and academic grades: A controlled study. In J. Hmarinen y 1. Valimaki (Eds.), Children and Sport. Berlin: Springer, y los de Tremblay, M.; Inman, J. y Willms, J. (2000). The Relationship Between Physical Activity, Self-Esteem, and Academic Achievement in 12-Year-Old Children. Pediatric Exercise Science, 12, 312-324
Las cualidades del cerebro que se mejoraron se asociaron a la actividad física regular y consisten en:
Alto flujo de sangre que recibe el cerebro.
Los cambios en los niveles hormonales.
La asimilación de los nutrientes, y la mayor activación del cerebro (Shephard, 1997).
Cocke (2002) indica que "tres de los estudios presentados en la sociedad de neurología en el 2001, sugieren que el ejercicio regular puede mejorar el funcionamiento cognoscitivo y aumentar, en el cerebro, los niveles de las sustancias responsables del mantenimiento de la salud de las neuronas".
La función del cerebro puede también estar beneficiada indirectamente por la actividad física debido a la generación creciente de la energía a partir del tiempo que permanecen fuera del salón de clase; el incremento de los niveles de energía en esta situación puede disminuir el aburrimiento de los niños en el salón, provocando mayores niveles de atención cuando regresan a recibir instrucciones (Linder, K. (1999). Sport Participation and Perceived Academic Performance of School Children and Youth. Pediatric Exercise Science, 11, 129-144).
Diferente a las pruebas de medidas, Linder (1999) utilizó un cuestionario para recopilar datos sobre la actividad física y el funcionamiento académico de 4.690 estudiantes, entre 9 y 18 años de edad, en Hong Kong.
Ambas pruebas fueron administradas por los investigadores en las salas de clase de los estudiantes. Cada uno de ellos terminó personalmente su cuestionario, clasificando su propia actividad física y rendimiento académico. Después del análisis de los datos, los resultados demostraron una correlación positiva, pero baja (más para las mujeres que para los hombres), en la cual los estudiantes que perciben que hacen más actividad física reportan un mayor rendimiento académico.
En dos estudios realizados a largo y mediano plazo (reportados por Shephard, 1984), se compararon a los estudiantes de Bailey de una escuela que ofrecía educación física por un intervalo de 1 a 2 horas al día, con los estudiantes de otra que no ofrecía ningún programa parecido y por el contrario se concentraba en temas académicos. Tras de 9 años, los integrantes de la escuela que realizaban educación física dieron muestras de mejor salud, actitud, disciplina, entusiasmo y funcionamiento académico que los integrantes de la otra escuela.
El segundo estudio trabajó con una escuela primaria en Aiken, SC. Las estadísticas mostraban a esta escuela en 25% por debajo del rendimiento académico de las restantes escuelas del distrito.
La escuela decidió introducir un plan de estudios fuertes en artes (danza diaria, música, drama y artes visuales) y las estadísticas pasaron del 25% por debajo al 5% por encima en 6 años.

Actividad Física como medio remedial en el desempeño escolar.




El Desempeño Académico a nivel escolar es uno de los temas que más preocupa a la sociedad en general y a los padres de familia en particular, pues en nuestro país hay indicadores que demuestran que hay un descenso que ha llegado hasta niveles alarmantes en ciertas regiones del país; sin tomar en cuenta el porcentaje de niños que no ingresan o desertan de continuar cursando la escuela.
Cada familia se siente sola en su lucha por frenar el fracaso escolar .
Buscan respuestas a cuestiones tales como:
¿Qué alternativas tienen los alumnos para mejorar sus calificaciones en las materias básicas y fundamentales de los programas de estudio.?¿Cómo lograr que los estudiantes puedan asumir con actitud positiva las dificultades que se les presentan en su vida diaria y conquisten así las metas que se proponen?
Todos buscan e implementan diversas maneras para contrarrestar los males que aquejan a la educación y así elevar el desempeño escolar y la autoestima de los niños que estudian en sus instituciones.
El deporte ha crecido en popularidad paralelamente con el mejoramiento de los medios de comunicación y se ha convertido en espectáculo preferido de un cada vez más creciente sector de la población.  Es una actividad de interés social y la industria del Acondicionamiento Física, que incluye ámbitos para realizar actividad física, aparatos auxiliares, entrenadores, asesores, etc., crece día con día. Y cada vez un mayor número de padres y de dirigentes escolares miran hacia el deporte para aprovechar sus beneficios escolares.
Los beneficios del ejercicio en el desempeño escolar han sido objeto de diversos estudios en los últimos cinco años.
Se parte de la base de que el cerebro es un órgano de gran dinamismo. La capacidad de modificación del cerebro frente a diferentes estímulos es aún mucho mayor durante la edad escolar, toda la infancia y la adolescencia.
El cerebro de un niño en edad escolar es todo actividad, es decir comunicación, creación y consolidación de circuitos o caminos celulares que determinan funciones como la memoria o el desarrollo de emociones.
Se sabe que ningún otro mecanismo biológico consume tanta energía como la comunicación neuronal.
Así pues, el cerebro en crecimiento es cambiante con la finalidad de adquirir y madurar funciones, aprender y desarrollarse. A su vez, estos procesos necesitan sustancias capaces de transmitir información, alimentar y hacer crecer los tejidos, lo cual sólo se puede realizar a través de grandes cantidades de energía.
El ejercicio físico está tomando un lugar destacado como factor susceptible de modificar la función y la estructura cerebral, aportando claros beneficios en el rendimiento cognitivo y bienestar psicológico.
Por ejemplo, estudios transversales demuestran correlaciones entre niveles altos de acondicionamiento cardiovascular y el desempeño cognitivo.
Existe evidencia que niños con un nivel de acondicionamiento cardiovascular alto obtienen mejores resultados académicos y que la actividad física en general tiene un efecto positivo sobre el aprendizaje de algunas tareas escolares específicas. Por si fuera poco, existen datos concluyentes respecto a los beneficios del ejercicio físico sobre síntomas depresivos o de ansiedad en niños y adolescentes. Los estudios realizados hasta ahora indican que el ejercicio cardiovascular es posiblemente el más efectivo para mejorar la función cognitiva en niños.
Correr, saltar, jugar en continuo movimiento, son actitudes que aparecen de un modo natural y espontáneo en los niños, sobre todo en los más pequeños. Y resulta que estas actividades favorecen la utilización de la energía cerebral.
La naturaleza favorece el desarrollo de los recursos que necesita para que prevalezca la vida.
Tal vez esto sea consecuencia de un mecanismo adaptativo a lo largo de la evolución, “tantas veces era necesario salir corriendo en las praderas para salvarse de los depredadore” o por un principio meramente físico, “el movimiento determina la función”, el ejercicio parece potenciar y mejorar algunas funciones cerebrales en los niños, los adolescentes y también en los adultos.
Se han realizado muchos estudios de cómo el ejercicio físico influye en el cerebro en desarrollo, ya que tiene un gran valor práctico todo conocimiento sobre posibilidades de cómo mejorar el desempeño humano.
Los estudios han producido evidencias que podrían determinar cambios en los programas educativos, por ejemplo, pero también podrían constituir un modelo para el estudio del metabolismo energético y la neurotransmisión, tanto en el niño sano como en determinadas enfermedades neuropediátricas.
Por ejemplo Cuadrado F. y colaboradores (2004) en su estudio del efecto de la práctica deportiva reglada en el rendimiento académico en alumnos de la Provincia de Granada – España, determina que se ha encontrado una relación positiva entre la práctica de la actividad física y el rendimiento académico que apoyan la idea de que el dedicar un tiempo sustancial a actividades físicas en la escuela, puede traer beneficios en el rendimiento académico en niños.
De la misma manera en su estudio plantea que los jóvenes que practican actividad
adicional física y deportiva y que están programadas en los programas de formación en las escuelas tienden a mostrar mejores cualidades como un mejor funcionamiento del cerebro; en términos cognitivos, niveles más altos de concentración de energía, cambios en el cuerpo que mejoran la autoestima, y un mejor comportamiento que incide sobre los procesos de aprendizaje.
Este estudio de Cuadrado aumenta en importancia al concluir el que el ejercicio físico tiene una fuerte influencia en otros factores que no se habían considerado anteriormente. Por ejemplo en estados emocionales como ansiedad y depresión, disminución del estrés, mejoras de las capacidades intelectuales y cognitivas, apoyados en cambios funcionales a partir de la práctica de actividad física y deporte y que en la actualidad están tomando mucho auge en función de que el nivel de estrés ha llegado ya afectar a niños que ante tanto estímulo de todos nivel se descompensa y no sabe cómo reaccionar y empiezan a tener en el estrés un problema que ya debe recibir tratamiento especializado.
Esto implica que la actividad física puede considerarse un elemento central y fundamental en los programas de promoción de la salud para poblaciones escolares con y sin patologías específicas -como las dificultades de aprendizaje, los síntomas de hiperactividad, algunos casos de deficiencia mental y conducta disocial.
Se ha demostrado que la práctica de un deporte favorece el rendimiento académico de las personas que lo practican, en particular el ajedrez contribuye al mejoramiento de la atención y la concentración, del pensamiento lógico, de la organización de las ideas, de la resolución de problemas complejos, de la anticipación de eventos, pero también ayudan al individuo a sentirse a gusto y compartir con su oponente de una forma sana y pacífica.
Las investigaciones realizadas sobre los beneficios de la actividad física y deporte suelen estar enmarcadas dentro del discurso médico, que propende por la práctica de deporte con miras a disminuir la probabilidad de ocurrencia de patologías de origen cardiaco, respiratorio, metabólico, entre otras.
Si bien estas investigaciones son importantes, por mucho tiempo se ha desconocido, o al menos no se ha reconocido la importancia del deporte en otros contextos de la vida humana, como es en este tema de estudio el del Desempeño Académico.
El Desempeño académico es una problemática de carácter nacional es por eso que vemos en la actividad física y el deporte, una de las opciones para fomentar estudiantes con una educación de calidad.